El impacto de estar fuera del mercado en los momentos clave
El 24 de marzo de 2020, España cumplía 10 días de confinamiento debido a la pandemia del coronavirus. En medio del miedo y la incertidumbre, pocos prestaban atención a la evolución de los mercados. Sin embargo, ese día ocurrió algo extraordinario: el índice S&P 500, que refleja el comportamiento de las grandes empresas estadounidenses, registró una subida del 9,38%. Pocos días después, el 9 de abril, volvió a dispararse con un incremento del 9,52%.Estos movimientos bruscos son habituales en los mercados de renta variable. Tras las grandes caídas, suelen producirse fuertes recuperaciones, como el fiel de una balanza que busca equilibrarse después de un golpe.
El estudio de Vanguard: datos que hablan por sí solos
Un análisis realizado por Vanguard, la segunda gestora de activos más grande del mundo, revela hasta qué punto perderse los mejores días en Bolsa puede afectar a la rentabilidad final de una inversión.Según el estudio, si alguien hubiera invertido 100.000 dólares en el S&P 500 en 1988 y hubiera mantenido esa inversión hasta finales de 2024, habría acumulado aproximadamente 4,9 millones de dólares.
Pero si esa misma persona se hubiera perdido solo los 10 mejores días de ese periodo, el resultado habría sido muy diferente: su capital se habría revalorizado hasta los 2,3 millones de dólares. Es decir, un 52% menos.
El poder del interés compuesto y el efecto bola de nieve
¿Cómo es posible que perderse solo 10 días tenga un impacto tan grande? La respuesta está en el interés compuesto.Los mejores días del mercado suelen registrar subidas de entre el 7% y el 11%. Cuando un inversor no está presente en uno de esos días, no solo deja de ganar ese porcentaje, sino que también pierde la rentabilidad futura que ese dinero hubiera generado.
El interés compuesto hace que las ganancias se acumulen y se reinviertan. Si un año se obtiene un 10% de rentabilidad sobre 1.000 euros, al año siguiente se empieza con 1.100 euros. Este efecto se multiplica con el tiempo, y perderse los días clave frena drásticamente este crecimiento.
Peor aún: perderse más días
El estudio de Vanguard va más allá. Si un inversor se hubiera perdido los 20 mejores días del periodo analizado, su capital habría sido de solo 1,4 millones de dólares, un 72% menos.Y en el escenario más extremo, perderse los 30 mejores días habría reducido la inversión inicial a 900.000 dólares, un 82% menos.
Teniendo en cuenta que entre 1988 y 2024 hubo 9.372 días de negociación en Wall Street, estar fuera del mercado solo 30 días (los 30 mejores) tiene un impacto desproporcionado.
La imposibilidad de acertar con el market timing
Muchos inversores creen que la clave del éxito está en comprar cuando el mercado toca fondo y vender justo antes de que caiga. Sin embargo, la realidad es que acertar con el timing del mercado es extremadamente difícil, incluso para los gestores profesionales.El informe de Vanguard destaca que ni los expertos más habilidosos consiguen anticiparse consistentemente a los movimientos del mercado. La mejor estrategia, según los datos, es mantenerse invertido de forma constante y ajustar la cartera según el perfil de riesgo y los objetivos personales.
Cómo invertir de forma inteligente
Aunque no se puede invertir directamente en un índice como el S&P 500, sí es posible hacerlo a través de fondos indexados que replican su comportamiento. Estos fondos suelen tener costes bajos, entre el 0,1% y el 0,3% anual, lo que los hace muy eficientes.Pero invertir no significa simplemente comprar un fondo indexado y olvidarse. Fran Kinniry, uno de los autores del estudio, utiliza una analogía marítima: "Mantener el rumbo de un barco hacia un destino financiero concreto no significa ir siempre recto, sino corregir la asignación de activos para adaptarse a mareas, vientos e imprevistos".
Conclusiones clave para el inversor
- Mantenerse invertido a largo plazo es más importante que intentar adivinar los movimientos del mercado.
- Perderse unos pocos días de fuertes subidas puede tener un impacto enorme en la rentabilidad final.
- El interés compuesto amplifica las pérdidas oportunidades cuando no se está presente en los mejores días.
- Es fundamental definir objetivos claros (jubilación, compra de vivienda, educación) para determinar el horizonte temporal y el nivel de riesgo.
- Contar con asesoramiento profesional puede ayudar a ajustar la cartera, pero no debe traducirse en entradas y salidas bruscas del mercado.
Un dato adicional: la probabilidad de movimientos extremos
El informe también señala que cuando el S&P 500 registra un movimiento extremo (subida o bajada superior al 3%), existe un 80% de probabilidad de que se produzca otro movimiento similar en los 30 días siguientes.Esto refuerza la idea de que vender durante las turbulencias—ya sea por una crisis política, económica o sanitaria—puede ser un error costoso. La historia muestra que los mercados se recuperan, y quienes permanecen invertidos suelen beneficiarse de ello.
En resumen, la paciencia y la disciplina son dos de los mayores aliados del inversor. Como demuestran los datos, el coste de perderse los mejores días del mercado es demasiado alto como para arriesgarse.