El fin de una era: Vector cierra tras 49 años de operación
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) ha hecho oficial lo que muchos en el sector financiero anticipaban: la revocación definitiva de la autorización para operar de Vector Casa de Bolsa. Este martes, la Secretaría de Hacienda confirmó el cierre de esta institución financiera, cuyos orígenes se remontan a 1976.
La decisión marca el final de una entidad que durante casi cinco décadas formó parte del paisaje bursátil mexicano. Lo más significativo es que la solicitud de revocación fue presentada por la propia firma a principios de mes, lo que sugiere un reconocimiento de la imposibilidad de continuar operando bajo las circunstancias actuales.
El contexto: sanciones estadounidenses y aislamiento financiero
El cierre de Vector no ocurre en el vacío. Se produce exactamente dos meses después de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impusiera un severo aislamiento financiero contra la casa de bolsa, junto con Intercam y CiBanco.
Las autoridades estadounidenses acusaron a estas entidades de facilitar transacciones millonarias para bandas del narcotráfico, específicamente en la compra de preciosos químicos utilizados en la producción de drogas. Para Vector, las acusaciones fueron particularmente graves.
Según el Tesoro estadounidense, Vector participó durante varios años en transacciones que involucraron sobornos pagados por el Cártel de Sinaloa a Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón.
La conexión política: Alfonso Romo y la administración anterior
Un elemento que añade complejidad política a este caso es la figura de Alfonso Romo, dueño de Vector y quien se desempeñó como jefe de la Oficina de la Presidencia durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024).
Esta conexión ha generado inevitablemente preguntas sobre la supervisión y regulación durante ese período. ¿Cómo operó una entidad bajo investigación internacional mientras su propietario ocupaba un cargo de tan alto nivel en el gobierno?
El declive financiero: de 42,000 a 2,000 millones de pesos
Las cifras muestran un deterioro espectacular en la salud financiera de Vector tras hacerse públicas las acusaciones:
- En 2024, sus activos sumaban más de 42,000 millones de pesos
- Para octubre de 2025, apenas superaban los 2,000 millones de pesos
- El número de cuentas activas cayó a menos de 7,000
Este desplome refleja la pérdida masiva de confianza por parte de los clientes, quienes comenzaron a cerrar cuentas "en bandada" según los reportes, a pesar de que inicialmente la firma rechazó las acusaciones.
El proceso de salida: transferencia de activos y clientes
Ante la inevitabilidad del cierre, los inversionistas de Vector implementaron un plan de salida ordenado que incluyó:
Transferencia de operaciones nacionales: Las cuentas en México fueron traspasadas a Finamex Casa de Bolsa, asegurando cierta continuidad para los clientes domésticos.
Venta de operaciones internacionales: Vector vendió su cartera internacional a Insigneo Financial Group, una firma estadounidense. Esta transacción, que concluirá en el primer trimestre de 2026, implica la transferencia de más de 4,000 millones de dólares en activos de clientes en siete países: Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, Estados Unidos y Canadá.
El precedente: CiBanco e Intercam
Vector no es la primera institución financiera mexicana en caer bajo estas circunstancias. A fines de octubre de 2025, CiBanco comenzó su proceso de extinción con la revocación de su licencia y el inicio de liquidación.
Según la ley mexicana, los ahorradores de CiBanco podrán recuperar hasta 400,000 UDIs en depósitos, equivalente a aproximadamente 3.4 millones de pesos por persona. Es probable que se aplique un esquema similar para los clientes de Vector, aunque los detalles específicos aún deben confirmarse.
Implicaciones para el sistema financiero mexicano
La desaparición de Vector plantea importantes preguntas sobre el sistema financiero mexicano:
1. Supervisión regulatoria: ¿Fueron suficientes los controles de la CNBV antes de las acusaciones estadounidenses?
2. Cooperación internacional: El caso muestra cómo las sanciones de Estados Unidos pueden determinar el destino de instituciones financieras mexicanas.
3. Concentración del mercado: Con la salida de Vector, el mercado de casas de bolsa se consolida aún más en manos de menos participantes.
4. Confianza del inversionista: Eventos como estos pueden erosionar la confianza en el sistema financiero nacional, especialmente entre inversionistas internacionales.
El proceso de liquidación: qué esperar
Con la resolución favorable de la CNBV el pasado 12 de diciembre, ahora comienza formalmente el proceso de liquidación de Vector. Este proceso generalmente incluye:
- La venta de activos restantes
- El pago a acreedores según su jerarquía
- La compensación a clientes dentro de los límites establecidos por la ley
- La disolución legal de la entidad
La CNBV determinó que, "desde el punto de vista legal, financiero y operativo, era procedente resolver favorablemente la revocación de la autorización", lo que sugiere que la institución ya no cumplía con los requisitos mínimos para operar.
Reflexiones finales: lecciones y consecuencias
El caso Vector deja varias lecciones para el sistema financiero mexicano:
Primero, demuestra la vulnerabilidad de las instituciones financieras a acusaciones de lavado de dinero, especialmente cuando provienen de autoridades internacionales como el Departamento del Tesoro estadounidense.
Segundo, revela cómo el daño reputacional puede ser más devastador que las sanciones formales. Aunque Vector inicialmente negó las acusaciones, la fuga masiva de clientes hizo inviable su continuidad operativa.
Tercero, plantea interrogantes sobre la efectividad de los controles internos y la debida diligencia en instituciones con exposición internacional.
Finalmente, el caso muestra los mecanismos de salida ordenada que pueden implementarse cuando una institución financiera enfrenta un colapso inevitable, protegiendo en cierta medida a los clientes mediante la transferencia de sus cuentas a otras entidades.
El cierre de Vector representa el fin de una institución histórica, pero también un punto de inflexión en la supervisión financiera y la lucha contra el lavado de dinero en México. Queda por verse si este caso conducirá a reformas más profundas en el sistema regulatorio mexicano para prevenir situaciones similares en el futuro.
¿Qué opinas sobre este caso? ¿Crees que la CNBV actuó con la debida diligencia? ¿Cómo afectará esto la confianza en el sistema financiero mexicano? Comparte tus perspectivas en los comentarios.