La tormenta perfecta en Wall Street
Una nueva sesión de ventas masivas ha golpeado a Wall Street, dejando al $US30 (Dow Jones Industrial Average Index) con una caída de 500 puntos. El S&P 500 y el Nasdaq no se han librado, registrando pérdidas superiores al 1% en lo que parece ser una extensión de la liquidación de valores tecnológicos.
El telón de fondo de esta corrección es claro: la Reserva Federal está mostrando menos disposición para recortar tipos de interés en el corto plazo. Con la inflación todavía por encima de los objetivos oficiales, se enfrían las expectativas de liquidez abundante que habían sostenido las valoraciones de las grandes tecnológicas.
Mientras la renta variable sufre esta combinación de tipos elevados y resultados decepcionantes, los flujos de inversión comienzan a buscar alternativas. Es aquí donde el oro y la plata vuelven a ganar protagonismo como activos refugio tradicionales.
Tres métricas que revelan el potencial de los metales
Los analistas están revisando sus modelos de valoración para determinar si el actual mercado alcista de metales preciosos tiene todavía recorrido. Tres indicadores clave sugieren que, pese al repunte de precios, estaríamos lejos de los niveles de sobrevaloración históricos.
Métrica 1: Revalorización ajustada por oferta monetaria
Esta métrica parte de los máximos del mercado alcista de 1980, cuando el oro alcanzó los 850 dólares por onza y la plata llegó a 49,45 dólares. En lugar de tomar estas cifras de forma nominal, se ajustan por el crecimiento de la oferta monetaria M2 desde enero de 1980.
El multiplicador actual es de aproximadamente 13 veces. Esto significa que el equivalente actual del pico de 1980 para el oro se situaría entre 7.670 y 11.050 dólares por onza, mientras que para la plata el rango equivalente iría de 429 a 647 dólares.
La conclusión es evidente: bajo este enfoque, el mercado actual estaría lejos de replicar la magnitud real del rally de 1980. A medida que crece M2, estos objetivos teóricos se desplazan al alza, creando un escenario donde los precios actuales podrían tener todavía espacio para subir.
Métrica 2: Ratio oro/plata, lejos de la euforia
El ratio oro/plata es el cociente entre el precio del oro por onza y el precio de la plata por onza. Históricamente, en la fase parabólica final de los grandes mercados alcistas, la plata tiende a superar al oro, haciendo que este ratio caiga con fuerza hasta la zona de 15:1 - 16:1.
Cuando el ratio entra en este rango, se interpreta como señal de posible sobreexposición y etapa tardía del ciclo. Es el momento en que algunos inversores optan por reducir posiciones para asegurar beneficios.
Con datos actualizados al 14 de noviembre de 2025, el ratio se sitúa en torno a 80,63. Este nivel sugiere que la plata no ha iniciado todavía ese tramo de sobre-rendimiento extremo frente al oro. Desde esta perspectiva, el mercado estaría lejos de la euforia típica del final de ciclo.
Métrica 3: Ratio $US30/oro
Esta tercera métrica cruza la renta variable estadounidense con el metal refugio por excelencia. Compara el nivel del índice $US30 (Dow Jones Industrial Average Index) con el precio del oro por onza. En los grandes puntos de inflexión históricos se ha observado una convergencia hacia una relación 1:1.
El análisis de largo plazo advierte de un posible patrón de megáfono: cada nuevo mercado alcista secular del $US30 (Dow Jones Industrial Average Index) ha terminado con un máximo más alto en el ratio $US30 (Dow Jones Industrial Average Index)/oro. Sin embargo, por prudencia, muchos analistas continúan utilizando 1:1 como referencia de posible sobrevaloración.
En el momento actual, el ratio se sitúa en torno a 11,55, muy lejos de esa zona crítica. La lectura es clara: incluso con caídas como la de los 500 puntos en el $US30 (Dow Jones Industrial Average Index), la renta variable sigue cara en términos históricos cuando se compara con el oro.
Demanda minorista y señales de ciclo
Más allá de las métricas técnicas, el análisis incluye consideraciones sobre la demanda minorista y la oferta de productos de inversión. Los intentos previos de incorporar mayor exposición a oro y plata en planes como los 401(k) fueron rechazados, bajo el argumento de que una comercialización extensa podría "contaminar la señal" e indicar que el mercado alcista entra en su fase final.
La lógica de los especialistas es que cuando las masas comienzan a invertir de forma generalizada en metales, suelen hacerlo primero a través de monedas soberanas muy conocidas:
- En Estados Unidos: American Silver Eagles
- En Asia: Pandas chinos
- Con el tiempo: productos cada vez más especializados
La percepción de que los metales están de moda, acompañada de una oferta masiva de fondos y productos empaquetados, suele coincidir con etapas tardías de ciclo. Actualmente, los expertos subrayan que las métricas muestran un mercado alcista avanzado pero no agotado.
El mercado secundario como termómetro
El mercado secundario ofrece una referencia adicional sobre el comportamiento de estas inversiones. En eBay, plataforma con uno de los mayores tamaños de muestra y transacciones más recientes, se observan precios al alza para la Libertad de Plata 2016:
- 10 de noviembre: ventas en torno a 60 dólares
- 10 de noviembre: otra referencia en 65,80 dólares
- 10 de noviembre: operación a 65 dólares, con un lote de 20 monedas adjudicado por 1.264 dólares
- 7 de noviembre: cierre de subasta en 59,95 dólares
Estos datos apuntan a una tendencia ascendente ligada en buena parte al aumento del precio spot de la plata. A medida que el metal sube, el mercado ajusta los precios de las monedas certificadas, incluso en emisiones consideradas abundantes.
Perspectivas: volatilidad y oportunidades
La combinación de venta masiva en tecnología, caídas notables en los grandes índices —con el $US30 (Dow Jones Industrial Average Index) cediendo 500 puntos— y la desaparición gradual de las esperanzas de recortes de tipos ha devuelto a los metales preciosos al centro del debate entre inversores.
Las tres métricas de valoración analizadas indican que, pese a las subidas recientes, el mercado del oro y la plata está lejos de los extremos históricos asociados a picos de burbuja. Al mismo tiempo, la evolución de productos físicos y el comportamiento en plataformas como eBay podrían mostrar que la demanda minorista empieza a ganar tracción.
Para los inversores que buscan refugio ante la volatilidad bursátil, los metales preciosos presentan un escenario interesante: un mercado alcista avanzado pero con ratios que sugieren que todavía queda espacio antes de alcanzar niveles de sobrecompra históricos.
La clave estará en monitorizar estas métricas y estar atentos a cualquier señal que indique que el ciclo podría estar acercándose a su fase final. Por ahora, los datos sugieren que el tren de los metales preciosos podría tener todavía varias estaciones por delante.