El Ibex 35 toca de nuevo los 17.000 puntos: Análisis de la sesión del 15 de diciembre de 2025
La semana bursátil arranca con un cambio de ánimo notable. Tras el correctivo sufrido en la recta final del viernes, los mercados europeos, y en particular el Ibex 35, muestran signos de recuperación y vuelven a apuntar hacia la importante barrera psicológica de los 17.000 puntos.
Este movimiento se produce en un contexto donde Wall Street parece aparcar temporalmente las caídas, permitiendo que los amagos alcistas se abran paso en el Viejo Continente.
El legado del viernes: Corrección tecnológica y dudas sobre valoraciones
Para entender el movimiento de hoy, es crucial repasar lo sucedido al cierre de la semana pasada. El viernes estuvo marcado por un correctivo significativo en Wall Street, impulsado principalmente por los resultados de dos gigantes tecnológicos:
Oracle y Broadcom fueron los protagonistas de esta corrección. Sus informes de resultados avivaron de nuevo el debate, siempre latente, sobre las valoraciones bursátiles alcanzadas por las empresas del sector tecnológico.
El impacto fue claro:
- El índice S&P 500 perdió más de un 1%.
- El tecnológico Nasdaq cayó cerca de un 2%.
Este episodio sirvió como recordatorio de la volatilidad inherente a los sectores con valoraciones elevadas y de cómo los resultados empresariales concretos pueden desencadenar movimientos amplificados en los índices.
Cambio de escenario: De los resultados a la política monetaria
La semana que comienza hoy, 15 de diciembre, presenta un cambio de foco fundamental. La atención del mercado se desplaza desde los resultados empresariales individuales hacia el ámbito macroeconómico y, sobre todo, de la política monetaria.
El calendario está cargado de eventos de alto impacto:
El gran protagonista será la política monetaria global. Entre el jueves y el viernes, tres de los bancos centrales más importantes del mundo anunciarán sus decisiones:
- Banco Central Europeo (BCE)
- Banco de Inglaterra (BoE)
- Banco de Japón (BoJ)
Las expectativas sobre el tono comunicativo, las perspectivas económicas y, en el caso del BCE y el BoE, las posibles decisiones sobre tipos de interés, mantendrán a los inversores en un estado de máxima alerta. Cualquier sorpresa o guiño sobre el futuro camino de la política monetaria puede generar una alta volatilidad.
Los datos macro de EE.UU.: El termómetro de la economía más grande
Antes de las decisiones de los bancos centrales, el mercado digerirá una tanda crucial de datos macroeconómicos procedentes de Estados Unidos. En un plazo de apenas 48 horas, entre el martes y el jueves, se publicarán dos referencias determinantes:
- El informe oficial de empleo (Non-Farm Payrolls): Es el dato por excelencia sobre la salud del mercado laboral estadounidense. Una cifra sólida podría reforzar argumentos a favor de mantener una política monetaria restrictiva, mientras que una debilidad podría avivar esperanzas de recortes de tipos.
- El Índice de Precios al Consumo (IPC): La principal medida de la inflación. Es el dato que más influye en las decisiones de la Reserva Federal. Una lectura al alza o a la baja puede reconfigurar por completo las expectativas del mercado.
Estas publicaciones actuarán como el preludio perfecto para el resto de la semana, dando pistas sobre la fortaleza de la economía y las presiones inflacionistas.
La señal desde China: Debilidad y esperanza de estímulos
Las primeras referencias macro de la semana llegaron, como es habitual en muchas ocasiones, desde China. Y, una vez más, los datos han mostrado señales de debilidad en la segunda economía mundial.
El crecimiento de la producción industrial del país se ha ralentizado, alcanzando mínimos de los últimos 15 meses. Este dato refleja los persistentes desafíos que enfrenta la economía china, incluyendo la debilidad de la demanda interna y externa, y los problemas en el sector inmobiliario.
Sin embargo, en los mercados, cada dato tiene una lectura dual. La perspectiva positiva que algunos operadores extraen de estas cifras débiles es que aumentan la presión sobre las autoridades de Pekín y, por tanto, elevan las expectativas de nuevos estímulos económicos.
La lógica del mercado es simple: a peores datos, mayor probabilidad de que el gobierno y el banco central chino inyecten liquidez, recorten tipos o anuncien medidas fiscales para reactivar la economía. Esta esperanza de estímulo puede actuar como un soporte para el sentimiento global, especialmente para sectores cíclicos y materias primas.
El rebote técnico y la psicología de los 17.000 puntos en el Ibex
En este contexto, el rebote del Ibex 35 hacia los 17.000 puntos puede analizarse desde varias perspectivas:
1. Rebote técnico: Tras la caída del viernes, es común que se produzcan movimientos de recuperación, especialmente cuando no hay nuevas noticias negativas que sostengan la venta. Los operadores aprovechan para comprar a precios ligeramente más bajos.
2. Barrera psicológica: Los 17.000 puntos en el Ibex 35 son una cifra redonda y, por tanto, una barrera psicológica importante. Superarla y mantenerla de forma consistente sería una señal técnica muy positiva, indicando fortaleza y abriendo la puerta a nuevos objetivos alcistas. Que el índice la "toque" o la acaricie genera expectativas y atrae la atención.
3. Dependencia de Wall Street: La apertura plana o ligeramente positiva de los futuros de Wall Street ha sido el catalizador que ha permitido este respiro en Europa. Mientras no haya un nuevo susto desde el lado tecnológico en EE.UU., los mercados europeos encuentran espacio para respirar.
4. Sectorial: Es importante observar qué sectores están liderando esta aproximación a los 17.000. ¿Son los bancos, sensibles a las expectativas de tipos del BCE? ¿Son las energéticas, beneficiadas por la esperanza de estímulos en China? ¿O son los valores defensivos? La composición del rally nos da pistas sobre las convicciones del mercado.
Perspectivas y riesgos para los próximos días
El camino hacia una consolidación por encima de los 17.000 puntos no será fácil. Los próximos días están plagados de eventos de alto riesgo que pueden alterar la dirección del mercado en cuestión de minutos.
Los principales focos de riesgo son:
- Los datos de inflación y empleo en EE.UU.: Una sorpresa por encima de lo esperado, especialmente en el IPC, podría reactivar los temores a una Fed más agresiva y dar al traste con el rebote.
- El comunicado del BCE: Cualquier señal más "halcón" de lo esperado (menos inclinación a recortar tipos) podría perjudicar a los índices europeos, incluido el Ibex. Por el contrario, un tono más "dovish" (más proclive a la flexibilización) podría actuar como combustible.
- La reacción del mercado de bonos: Los movimientos en los rendimientos de la deuda soberana, especialmente la alemana y la estadounidense, serán clave. Un repunte fuerte en los rendimientos suele ser negativo para las bolsas.
- La fortaleza del dólar: Un dólar fuerte, impulsado por datos sólidos en EE.UU., puede presionar a las materias primas y a los beneficios de las empresas multinacionales del Ibex.
Conclusión: Una tregua frágil en un entorno de alta incertidumbre
La subida inicial del Ibex 35 hacia los 17.000 puntos representa más una tregua frágil que un cambio de tendencia consolidado. Es un movimiento alentador que demuestra la resiliencia del mercado, pero se produce en la antesala de una semana cargada de eventos que tienen el potencial de reescribir las narrativas dominantes.
Los inversores se mueven en un delicado equilibrio entre la esperanza de un "aterrizaje suave" de la economía global, la expectativa de que los bancos centrales empiecen a aliviar su política monetaria en 2026, y el miedo a una reactivación de la inflación o a una desaceleración económica más profunda.
La capacidad del Ibex para superar y mantener los 17.000 puntos dependerá, en última instancia, de la convergencia de varios factores: un Wall Street estable, datos macro de EE.UU. que no sorprendan al alza, y un mensaje del BCE que no desinfle las esperanzas de futuros recortes.
Mientras tanto, la recomendación para el inversor medio es la misma de siempre en entornos de alta volatilidad e incertidumbre: mantener la calma, evitar decisiones impulsivas basadas en un solo día de trading, y recordar que la clave no está en los movimientos intradía, sino en la tendencia de fondo que se establezca tras el diluvio de información de los próximos días.
La bolsa es un maratón, no un sprint. Y esta semana será una de las etapas clave de la carrera.